lunes, 25 de septiembre de 2017

Arroz rosa con verduras

Sí, habéis leído bien, arroz rosa. Y sin nada de colorantes, oye. Se trata de una variedad especialidad de la India, que se llama Glam Wedding Pink, y se dice que es el arroz de los amantes por ser colorido como una boda Bollywood y es sinónimo de felicidad, fertilidad y vitalidad.

Pero al final, lo que nos interesa aquí, es comer. Y este, es un arroz muy similar al basmati en cuanto a cocción y preparación, por lo que se puede combinar con carne, pescado, caza y verdura (casi nada, oye). Se puede comprar en algunas tiendas de productos a granel que tengan artículos más o menos exóticos (Malasaña o el Mercado de San Antón, por ejemplo), o también hay en el corte inglés.

Aquí, quise hacer una receta sencilla (no como esta) que no matase demasiado el sabor del arroz ni su color, ya que me parecía la gracia del plato. Es para dos personas.


Ingredientes:

-180-200g de arroz
-1 cebolla
-1/2 calabacín
-1/2 berenjena
-1 ajo
-agua
-aceite
-sal
-pimienta
-romero, perejil, cilantro.

Pasos:

1- Primero cortamos la cebolla a trocitos pequeños y picamos el ajo. Ponemos en una sartén un poco de aceite y lo pochamos todo junto con una pizca de sal. Mientras, cortamos la berenjena a dados pequeños y los añadimos. Lo mismo con el calabacín en cuanto tengamos la berenjena. Tapamos la sartén y dejamos que se poche todo junto.

2- Añadimos el arroz a la misma sartén y el agua (el doble de volumen de agua que de arroz) junto con la pimienta, romero, perejil y cilantro. Subimos el fuego y cuando rompa a hervir, lo bajamos para que se mantenga a un ritmo medio. Lo dejamos hasta que el agua se evapore (unos 15 minutos aprox), y ya estará listo. Podemos corregir de sal si fuese necesario.

¡Y listo! Cómo veis, con la cocción ha perdido bastante color, como le pasa prácticamente a todos los alimentos, aunque se sigue notando el rosa lo suficiente para que le de ese toque especial y diferente.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Hummus tradicional

Dos recetas prácticamente seguidas de garbanzos. Sí, igual soy un poco pesada, pero ya he dicho en más de una ocasión que me encantan (¡hola mi yo del pasado que los odiaba!). Pero como es una receta tan diferente, en realidad no importa, ¿no?

El hummus es un plato muy popular en Oriente Medio, sobretodo en el Líbano (entre otros muchos países) y que se está convirtiendo en un aperitivo muy popular también en estas tierras. Porque con un poco de pan (ya sea de pita o convencional) y unos crudités de verdura (verdura cruda hecha palitos estilo saladitos, para dippear) se pica como un rey. A mi me gusta especialmente con zanahoria, aunque la manera tradicional es con guindilla o cebolleta cortada a gajos que se emplea modo cuchara.

Eso sí, para esta receta, os recomiendo que compréis tahini, que es una pasta de sésamo. Si no se tiene se puede hacer y sustituir, pero no tiene el mismo toque (o yo de momento no lo he conseguido, así que lo compro). En superficies como Alcampo o Carrefour lo encontráis sin problemas, y en sitios más naturales como el Herbolario Navarro también).

Ingredientes:

-1 bote de garbanzos
-2 cucharadas de tahini
-el zumo de un limón
-1 ajo
-pimentón dulce
-perejil
-comino (si no tenéis comino, se puede sustituir por cilantro y chili, aunque a mí me gusta tirarle un poco de cilantro igualmente)
-pimienta
-sal
-aceite
-agua

Pasos:

1- Reservamos unos pocos garbanzos para decorar. Ponemos en un bol amplio los garbanzos, el tahini, el zumo de limón y el ajo. Y luego una pizca de pimentón, perejil, comino, sal, pimienta aceite y agua (y si queréis el cilantro). Y lo picamos todo con una batidora de mano.

2- Lo más probable es que al principio sea un engrudo. El truco es ir añadiendo cada vez un poco de especias (sobretodo pimentón, perejil y comino) y agua y aceite e ir triturando poco a poco, para que quede una textura como similar al guacamole y que no quede aguado. Es una receta de ir probando poco a poco para ir añadiendo un poco al gusto, pero es muy agradecida.

3- Cuando la textura y el sabor sea el adecuado, lo ponemos en un bol para servir, y con una cuchara hacemos un surco para decorar. Añadimos un poco de perejil fresco picado, pimentón y los garbanzos, y justo antes de servir, otro chorrito de aceite.

¡Y listo! Es un entrante maravilloso que gusta prácticamente a todos, muy fácil de hacer y que se conserva bastante bien. ¡Espero que lo disfrutéis!

domingo, 10 de septiembre de 2017

Salmorejo

Casi parece mal momento para poner una receta de salmorejo, cuando se acaba el verano y empieza a acercarse el frío, ya que es una comida muy estacional. Pero como en realidad hace calor, y aunque haga frío podemos hacernos una "crema fría" (con perdón de los andaluces, ya se que no es una crema) igualmente, pues aquí va.

Es una receta súper sencilla y resultona, muy agradecida y se hace en un momentito. Con estas cantidades salen unos 800ml, que según lo hambrientos que estéis o si lo coméis como primer plato o principal, da para 3-4 personas.

Ingredientes:

-750g de tomates pera maduros
-150g de pan blanco, y cuánto más blando sea y menos corteza tenga, mejor
-100ml de aceite
-1 ajo
-sal
-agua por si hay que corregir espesor
-1/2 huevo duro por persona
-taquitos de jamón

Pasos:

1- Lavamos los tomates y les quitamos la caperuza. Los cortamos un poco y los incorporamos a una batidora de vaso con una pizca de sal, y los trituramos bien finitos. Cuando ya está, pasamos el tomate por un chino para quitar pieles y pepitas y dejar una textura agradable.

2- Cortamos el pan, y lo dejamos dentro de la batidora con el tomate unos 10 minutos para que reblandezca. Pelamos el ajo y le quitamos el gérmen. Entonces, lo trituramos todo otra vez.


3- Cuando ya está todo homogéneo, sin dejar de triturar, incorporamos el aceite poco a poco, con un hilo fino y constante, para permitir que pueda emulsionar bien y coger textura. Por último, si fuese necesario, corregimos de sal y agua, y entonces a la nevera.

4- Servimos con un poco de huevo duro cortado y taquitos de jamón, y si quisiésemos, unas gotitas de aceite.

¡Y listo! Una receta fresquita y muy fácil de hacer, ideal para hacer de una tanda varias raciones y tener para varios días también.

 


jueves, 7 de septiembre de 2017

Garbanzos verdes con huevo ramen

¡Hola a todos! Tenía ganas de contaros esta receta, ya que es algo muy muy sencillo, que me saqué un poco de la manga (creo, no es que yo sea aquí una constructora de recetas maravillosa) y que me gustó bastante. Y oye, lo sencillo y bueno, a mí me gusta. Aunque el título puede engañar, ya os digo que los garbanzos y los huevos son los normales, que lo de verde y japonés viene después.

Hablando de huevos, este tipo de huevo es muy utilizado en platos ramen o sopas japonesas, pero no es nada que no podamos incorporar de vez en cuando a algún plato nuestro para darle un toque diferente y original. Si veis que no os convence (aunque no veo yo motivo para que no lo haga) podéis hacerlo con cualquier otra técnica a vuestro gusto, pero ya os digo que si no lo habéis probado, es una buena oportunidad, y después busquéis un restaurante de ramen y lo probéis como corresponde.

Cantidades para dos personas, y ya os digo que es un plato contundente y rico.

Ingredientes:

-1 bote de garbanzos
-1 cebolla
-2 puñados de espinacas
-1 diente de ajo
-2 huevos
-60ml salsa de soja*
-60ml mirin
-2 cucharadas de  sake (opcional)
-aceite
-sal
-pimienta
-romero, tomillo, vino blanco
-agua

*Si la salsa de soja es sin gluten es apta para celíacos

Pasos:

1- Primero empezaremos con el huevo, ya que vamos a necesitar tiempo. Ponemos en un cazo agua a hervir con un poco de sal. Cuando rompe a hervir, bajamos el fuego e introducimos los huevos, que los dejaremos 7 minutos. Mientras, preparamos un bol con agua y hielo, para poner los huevos para parar la cocción una vez ha transcurrido dicho tiempo, y cuando están fríos los pelamos con cuidado, porque estarán bien blanditos.

2- En una bolsa con cierre hermético, preparamos el maridaje del huevo. Ponemos la salsa de soja, el mirin, 120ml de agua y el sake si tenemos, y lo mezclamos bien. Entonces, introducimos los huevos y los dejamos en el frigorífico al menos 4h (yo los dejé un día entero, y pueden estar hasta una semana entera).

3- Picamos la cebolla y el ajo, y los ponemos a pochar en una sartén honda con un chorrito de aceite. Mientras esto se hace, ponemos en un vaso de batidora un puñado de espinacas y agua, y lo batimos bien con una batidora de mano.

4- Cuando ya está pochado, incorporamos el otro puñado de espinacas, y cuando empiecen a hacerse blanditas añadimos los garbanzos, el batido de espinacas (que quedará como fondo de caldo), pimienta y sal al gusto, y las especias que queramos (yo le he echado romero, tomillo, y un chorrito de vino blanco).

5- Dejamos la sartén tapada a fuego medio para que se cocine todo y haga un poco de chup-chup (me encanta esta expresión). Cuando esté listo, servimos en un plato, cortamos el huevo por la mitad y lo añadimos al plato.

¡Y listo! Nuestros garbanzos verdes listos para disfrutar.