Hoy os traigo un postre típico de mi ciudad, muy sencillo pero delicioso. Seguro que os suena de algo, pues en muchos sitios se conoce también como coca malfeta o coca de danone, aunque la nuestra tiene una particularidad: no lleva harina. ¿Y cómo se hace entonces? Con patata. Exacto, es raro, pero está rica y os la quiero enseñar. Además, cómo habréis intuido, sí, es apta para celíacos y para intolerantes a la lactosa, así que es todo maravilla y arcoíris con esta coca.
Básicamente, esta coca surgió porque a un buen labrador un día no le quedaba harina, así que utilizó lo que tenía a mano: patatas. Y poco a poco se fue popularizando, convirtiéndose en postre de domingos (somos muy dados a esto de comer lo mismo ciertos días, qué se le va a hacer), y después de algún año de decadencia, han vuelto a ganar popularidad. Yo la prefiero como almuerzo o merienda que como postre, y para los más golosos, siempre la podéis acompañar de un poquito de chocolate.
Ingredientes:
-500g de patata
-500g de azúcar
-250g de almendra molida
-6 huevos
-Ralladura de un limón
-Azúcar glass
Pasos:
1-Primero cocemos las patatas enteras y con piel durante 20-25 minutos y transcurrido ese tiempo, las dejamos enfriar. Entonces las pelamos y las machacamos en un bol haciendo puré basto (no debe quedar fino, vaya).
2- Si tenemos que moler la almendra, debe quedar en un polvo muy finito, como si fuese harina. Si tienes almendra ya molida, puedes saltarte este paso.
2- Si tenemos que moler la almendra, debe quedar en un polvo muy finito, como si fuese harina. Si tienes almendra ya molida, puedes saltarte este paso.
3- Entonces, separamos las yemas de las claras, y añadimos a la patata las yemas junto con la mitad del azúcar, las almendras y la ralladura del limón, y mezclamos bien. Mientras, ponemos a precalentar el horno a 180º con calor arriba y abajo.
4- Por otro lado, montamos las claras de los huevos (mejor si tenemos una batidora eléctrica para esto) con un poquitín de sal y cuando estén espumosas añadimos el azúcar hasta hacer un merengue firme y espumoso.
5- Poco a poco vamos incorporando el merengue a la mezcla de la patata y removiendo bien, sin que se baje el merengue. Cuando esté todo listo, lo añadimos al molde para hornear (que debe estar engrasado o con papel de horno) y lo ponemos al horno durante 45 minutos.
6- La retiramos del horno cuando al pinchar con un palillo este salga completamente limpio, y la dejamos enfriar completamente. Entonces desmoldamos y echamos el azúcar glass por encima.
¡Y a disfrutar! Ya veréis cómo os encanta, no lo dudo.
Anotación: a mí me ha quedado tan bajita primero porque he usado la mitad de ingredientes (estamos en cuarentena y somos 2, no hace falta hacerla tan grande), y segundo porque el molde que tengo es grande. Lo ideal es que quede como de 4 dedos de alto, y esta es de un dedo de alto (el molde es de 25x25, incluso con las cantidades normales sería demasiado grande). Pero controlando el tiempo, sale igual de rica y esponjosa.
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