martes, 12 de noviembre de 2019

Nocilla casera

La nocilla es uno de esos alimentos de la infancia, a mi me encantaba merendar bocadillos de nocilla, y creo que como yo, la mayoría de las personas. Hace un tiempo me dieron bastantes avellanas, y como no sabía qué hacer con tantas, pensé en utilizarlas en recetas. Así que me dije, venga, nocilla. Eso sí, ¿sois de Nutella, o de Nocilla?

La preparación es muy sencilla, y sin duda gustará a todo el mundo. Además, es vegana, sin gluten y sin lactosa, por lo que es fantástico para todo el mundo. También lleva bastante menos azúcar que la industrial, así que también ganamos por ahí. Salen unos 350gr más o menos.

Ingredientes:

-100gr de avellanas tostadas
-50gr de chocolate negro 80%
-50 gr de aceite vegetal (yo usé de lino, también vale de coco o cualquier otro aceite que no tenga un sabor excesivamente fuerte) 
-50gr de azúcar moreno
-150ml de leche de avena (aunque también valdría cualquier otro tipo de leche vegetal)
-1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional) 


Pasos:

1- Si lo que tenéis es avellana fresca, necesitaréis más de 100gr, y lo primero sería tostar las avellanas, si no las tenemos tostadas de antemano. Para ello, las ponemos sin pelar en una bandeja de horno refractario y las cocinamos a 180º durante unos 15 minutos. Quizás le tengamos que dar más tiempo, dependiendo del tamaño de la avellana. Es tan fácil como abrir una y probar. 

2- Después las dejamos enfriar un poco, las pelamos, y con ayuda de papel de cocina o un trapo (o directamente las manos), las frotamos para quitarles la pielecita interna.

3- Con una picadora a nuestra elección (batidora, robot de cocina, etc.), las molemos hasta que estén lo más finas posible, ya que es lo que marcará la textura de la nocilla. 

4- Incorporamos el chocolate, el aceite, el azúcar, la leche y la vainilla, y volvemos a batir todo junto hasta que quede homogéneo. Aquí podemos añadir un poco más de leche para hacer una textura más cremosa, ya que después, al enfriar, será más densa.

5- La ponemos unas dos horas en la nevera en el bol de confianza, y listo.


¡Y ya está! Una nocilla casera, con un sabor único y especial, y mucho más sana que la de casa. Espero que la disfruteis tanto como yo.



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